martes, 1 de marzo de 2022

Enrique Cuadros Gomez: otro compañero que nos deja. A comienzos de febrero 2022 partio para la eternidad.

 Semblanza de Enrique Cuadros Gomez, por Victor Gabriel Martinez Carreño:

                                      ENRIQUE CUADROS GOMEZ

 

Bumangues. Fue mi compañero de estudios tanto en el Colegio de Santander como en la UIS. Su familia tuvo que hacer muchos esfuerzos para poder ofrecerle una buena educación y él siempre les correspondió siendo un buen estudiante. Aficionado a la historia y a los temas científicos. Sociable, temperamental y dado a disgustarse por pequeñas cosas. Su tía Alcira, era una cronista de temas sociales en “El Frente “de Bucaramanga. Aficionado al futbol. Se desempeñaba bien en el medio campo. También aficionado a las caminatas por el campo y al levantamiento de pesas. Entusiasta admirador de “Los Tolimenses”, cuyos programas radiales religiosamente escuchaba. El humor de estos servía para alimentar el suyo. Continuamente estaba trayendo a sus conversaciones los temas que les escuchaba.

 Metódico y ordenado en sus ejecuciones. Un buen profesional que desde temprano en su carrera se vinculó a empresas fabricantes de baldosines y se especializo en la manufactura de esta clase de materiales para uso tanto industrial como y doméstico. Tuvo su propia empresa pero sucumbió ante las presiones competitivas. Aficionado a la bohemia y algunas veces agresivo cuando participaba en ella.

 Contrajo matrimonio con Elsa Suarez una agraciada dama de una familia muy conocida dentro del gremio de los comerciantes bumangueses. En esta unión hubo tres  descendientes ,una hija y dos hijos, a quienes se esforzaron por hacer un legado de sus valores y ofrecer buenas oportunidades de educación. Por incompatibilidad de caracteres terminaron separándose y Enrique no volvió a contraer..

 Era alto, robusto y de complexión atlética, de cara grande y facciones bruscas en especial su nariz. Su frente era amplia y terminaba con un pelo negro ligeramente ensortijado. Su tez era trigueña. Sus ojos eran grandes y de mirada dubitativa. Caminaba con pasos largos no muy acelerados. Siempre vistió discretamente.

Poseyó un recio carácter y como buen santandereano fue dado a defender con vehemencia sus puntos de vista. Mantuvo siempre una buena relación con sus hijos y con el resto de su familia. Fue servicial con sus compañeros de estudios y cercano a ellos. Lo recordamos con aprecio. Acaba de fallecer después de un doloroso proceso que supo afrontar con ejemplar valor y estoicismo. Merece estar ya disfrutando en su nuevo ámbito de la paz y del sosiego que no siempre le acompañaron en este mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario