sábado, 29 de marzo de 2014

Nuestro profe de Anatomía (por VGMC)

FRANCISCO  GONZALEZ GARCIA

Un hombre culto de finos modales y buen lenguaje que andaba no diría yo que encorvado, pero como con la cabeza metida entre los hombros. De apariencia    cetrina, consecuencia de su afición a la morfina a la que se había enviciado desde muy joven. Fumaba en exceso consumiendo los cigarrillos casi hasta el final y por esta práctica  la nicotina había dejado huella en sus dedos. Hablaba en un tono bajo de cadencia variable al punto que algunas veces parecía que estuviera susurrando.

Nos dictó anatomía, materia que desde luego conocía y manejaba a la maravilla...Tenia una curiosa manera de sentarse en el escritorio para escribir en el libro de control, pues lo hacia muy al borde del asiento y tan inclinado hacia adelante que parecía que fuera a dormirse sobre este.

Salpicaba sus cátedras con  abundantes anécdotas acerca del ejercicio de su profesión como  médico, todas ellas profundamente humanas y algunas muy simpáticas.

Era débil de carácter y permitía que sus alumnos le visitasen en el consultorio para solicitar su ayuda cuando se acercaban  los exámenes. Y esa ayuda no era otra que pedirle que adelantara alguna de las preguntas del tema, algo que entre visita y visita terminaba por hacer

Creo que algunos de mis compañeros deben recordar la frenética actividad  que se desataba entre nosotros cuando se llegaba a ese punto, pues como es natural nadie quería perderse de tan  valioso descubrimiento. Recordemos ahora, lo que había detrás, de las  altas calificaciones que todos obtuvimos en su materia

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