jueves, 4 de febrero de 2021

Otro compañero que nos deja: Jaime Ortiz Añez

 

JAIME ORTIZ AÑEZ

 

El único hijo del gran poeta santandereano Rafel Ortiz González. Alto de buena apariencia y de muy cuidado “chipolo.” Heredó de su padre talento, bonhomía y sensibilidad social. En el Colegio siempre estuvo vinculado a todas las causas nobles. Fue un buen estudiante en especial en lo que refiere a las disciplinas de letras. Se esmeraba por progresar en materia literaria y de la gramática y hacía muy buen uso del idioma tanto en su comunicación verbal como en la escrita. Deseaba no quedarse atrás de su padre. Un buen compañero, afable y siempre dispuesto a darle una mano a los que la necesitaban. Aficionado a los deportes en especial el futbol y el atletismo. Derivo hacia el estudio del derecho, aunque creo que nunca lo practicó pues se dedicó con amor al periodismo gracias a su vinculación con “El Frente”, un bastión del conservatismo que su padre fundó y dirigió por muchos años en Bucaramanga. Con el paso del tiempo y gracias a sus buenos oficios terminó por reemplazarlo como director, actividad en la que permaneció algunos años hasta que fallecido su progenitor otras gentes tomaron control del periódico y lo desplazaron. Se mudo entonces a Bogotá en donde participaba en numerosos seminarios de naturaleza política y literaria defendiendo y difundiendo sus principios. Cuando en el 2005 celebramos los cincuenta años de Bachillerato fue el orador principal y pronuncio un bonito y emotivo discurso lleno de remembranzas que a todos nos conmovieron. Desde ese momento lo perdimos de vista pues se desconectó de todos los medios de comunicación.

Contrajo matrimonio a mediana edad y fue padre de varios hijos que heredaron los valores de su padre y recibieron una buena formación.

Su estatura se encontraba por encima de la del promedio, era poseedor de una agraciada faz de piel morena clara, sus ojos eran sobresalientes y comunicativos. Vestía bien a la moda y le lucía lo que usaba. Era buena percha tal vez pasado un poquito de peso.

Su bondad, su buena voluntad por servir y su meritorios y exitosos esfuerzos en pro de Santander y de la causa conservadora son dignos de encomio. El recuerdo de todos ellos permanece en nuestra memoria.

Lo apreciamos y lamentamos su retiro del mundanal ruido.

(Autor: Victor Gabriel Martinez Carreño)

No hay comentarios:

Publicar un comentario